La democracia representativa, pieza central del sistema de valores atlánticos, atraviesa una grave crisis. Desde fuera –los sistemas autoritarios y el avance de los regímenes iliberales—y desde dentro –los populismos que aprovechan la democracia para minarla— las amenazas están ahí: los nacionalismos excluyentes, la deslegitimación de las instituciones, los líderes mesiánicos y autoritarios, la realidad alternativa… ¿Cuál es el futuro de la democracia liberal? ¿Cómo se combate la desafección de los ciudadanos? ¿Qué respuestas hay para los problemas reales que crean el descontento?

La Administración norteamericana solo tiene ojos para China y Asia se mira a sí misma. El Atlántico, en su diversidad, puede afianzarse como espacio de referencia o quedarse al margen y en una situación subordinada en el nuevo orden global y en las revoluciones tecnológicas. ¿Existe un espacio atlántico? ¿Qué retos compartimos y a qué amenazas nos enfrentamos? ¿Qué problemas podemos abordar conjuntamente? ¿Cómo es el espacio atlántico que necesitamos para el siglo XXI?

En Europa y América, recientes narrativas similares: el crecimiento de los populismos y el deterioro de las instituciones son las respuestas de sociedades asustadas por un presente en el que pierden y un futuro que no entienden. El populismo recurre a emociones y pasiones: los nuevos líderes, autoritarios o mesiánicos, ganan poder o votos a derecha e izquierda explotando la política de identidades y tribus. ¿Es cierto que por primera vez en la historia las democracias liberales son incapaces de ofrecer a sus ciudadanos un futuro de prosperidad?¿Hay regímenes detrás de la organización del malestar social? ¿La crisis de los medios y el auge de las redes sociales empeoran el incendio? ¿Qué se puede hacer para mejorar la esfera pública?

Tras la revolución digital –y gracias a ella--- llega la etapa de los avances tecnológicos. ¿Cómo se definirá el futuro del mundo digital?¿ Vendrá marcado por el modelo liberal y democrático que inspira Occidente o por la agresividad comercial y los principios autoritarios que inspiran los éxitos de China en el sector? La industria 4.0 es la era de las fábricas inteligentes a través de la automatización y el intercambio de datos pero la nueva frontera es la de la Inteligencia Digital. Cambiará cómo vivimos, cómo trabajamos, cómo nos relacionamos. ¿Los consumidores saldrán ganando, a costa de una gigantesca disrupción de los mercados laborales? ¿Cómo se adaptarán reguladores, poderes públicos y sistemas democráticos al nuevo mundo? ¿Liderarán esta revolución solo los innovadores que evolucionen y alcancen los niveles adecuados de transparencia y eficacia? ¿Ha perdido definitivamente Europa cualquier posibilidad de liderazgo en el sector?

La inteligencia artificial es la nueva frontera del conocimiento. Máquinas que aprenden de su propia experiencia, capaces de procesar millones de datos en un tiempo récord y tomar decisiones en consecuencia. ¿Hasta dónde puede llegar en su desarrollo la Inteligencia Artificial? ¿Cómo podemos garantizar que ese desarrollo no se escape al control humano? ¿Debemos preocuparnos ante la expectativa de un ciberleviatán?

La cuarta revolución industrial, al igual que las tres precedentes, provocará un cambio de nuestras relaciones laborales y en nuestro modelo social. Miles de empleos desaparecerán y surgirán otros nuevos ¿Qué papel quedará reservado para los trabajadores en una economía cada vez más robotizada? ¿Cómo prepararnos para no quedar rezagados en esta nueva revolución industrial?¿Financiarán los robots nuestro Estado de Bienestar?

España ha protagonizado durante el último tercio del siglo pasado y los primeros años de este uno de los procesos de desarrollo más brillantes y ambiciosos de todo el mundo. Sin embargo nuestro éxito colectivo no está exento de zonas de sombra y de retos extremadamente exigentes en nuestro futuro inmediato. ¿Cuáles son las fortalezas de España? ¿Cómo nos vemos a nosotros mismos y cómo se nos percibe desde fuera? ¿Qué debemos hacer para continuar avanzando en la senda de progreso que empezamos a transitar hace cincuenta años?

Trump ganó las elecciones en EEUU prometiendo construir un muro para frenar la inmigración. La mayoría de europeos considera que la inmigración es el principal problema al que tiene que hacer frente la Unión Europea. Nuestras sociedades han dejado de ser homogéneas, un hecho que populistas y nacionalistas agitan para generar miedo y xenofobia. España ha sabido mantenerse al margen de esta corriente pero ¿por cuánto tiempo?¿Sobrevivirá Europa a las tensiones causadas por la inmigración?

Faltan días para que se cumpla el plazo para la salida del Reino Unido de la Unión Europea. La peor de la hipótesis, la ruptura de la Unión, se ha visto superada por una situación aún peor: una ruptura abrupta y sin acuerdo ¿Qué debemos esperar a partir de ahora? ¿Estamos ante el inicio de la decadencia del sueño europeo?¿Seguirá el Reino Unido siendo un mismo país o se enfrenta también al riesgo de ruptura?